miércoles, 19 de octubre de 2011

Integrando nuestro ser en el saber

La semana anterior quedamos con la encomienda de realizar algunos ejercicios para fortalecer nuestra UCCM (Unidad Cuerpo Cerebro Mente) ¿Recuerdas? De una manera muy sencilla tratamos de favorecer esta integración que es necesario vivir conscientemente.
Nuestro ejercicio fue muy básico y lo realizamos con nuestros hijos y/o alumnos, se trató de hacer secuencias de movimientos en los cuales se simularan actividades que han sido experimentadas u observadas en otros. ¿Cómo viviste tu práctica? ¿Cómo fue para tus alumnos o para tus hijos, realizar estas actividades?  Si te es posible compartir algún comentario en este blog sería muy enriquecedor para todos.
Como es sabido para todos, cuando queremos dominar un deporte o cualquier otra disciplina, es necesario hacer calentamiento, luego práctica y así una secuencia programada de actividades que al final nos darán el aprendizaje de éste. Lo mismo sucede con la activación en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para mis alumnos, o para apoyar a que mis hijos aprendan mejor, será entonces básico hacer calentamiento, práctica, ejercitación y perfeccionamiento de técnicas.
Ahora mismo y después de haber iniciado con un calentamiento suave la semana anterior, agregaremos otro ejercicio que nos permitirá favorecer la integración de nuestra UCCM y el principio del desarrollo de algunas habilidades cognitivas.
La sugerencia para esta semana es la siguiente:
-Pide a tus alumnos o a tus hijos que piensen en tres mascotas que les gustaría tener.
-Esta primera fase la harán en silencio, imaginando. Con ojos abiertos o cerrados como ellos prefieran.
-Ahora en un contexto apropiado, de fantasía e imaginación, pide a tus alumnos o a tus hijos que de esas tres mascotas formen una, solamente una. Podrán tomar, por ejemplo, las orejas del conejo, el cuerpo del águila, y tal vez los bigotes del gato… El objetivo es crear una mascota totalmente nueva, incorporando elementos de las tres pensadas previamente. En una primera instancia que lo hagan mentalmente, y después que lo plasmen en un dibujo. Es importante que sólo dibujen la mascota final y NO las 3 que imaginaron.
-Permite que tus hijos o tus alumnos se rían, platiquen mientras dibujan, te expliquen el plan de su creación y todo aquello que verbalmente pueda fluir en el proceso.
-Al terminar pídeles que le den un nombre a esa mascota, y te expliquen el origen especial de esta mascota. Que la coloquen donde visualmente la puedan observar por un tiempo.
Este mismo ejercicio lo puedes guiar cambiando de objeto, por ejemplo podrían visualizar tres medios de transporte y crear combinándolos uno nuevo, o también podrían pensar en tres de sus mejores amigos y crear con ellos a un súper amigo.
En la medida en que pensamos, imaginamos y bajamos esa idea creativa a nuestra realidad INNOVANDO algo, aún cuando sea muy sencillo y guiado, es como si diéramos un masaje que estimulará nuestra unidad para poder desarrollar mejor diferentes habilidades.
¿Sabías que existe una zona en nuestro cerebro que se llama “corteza cingular” y que es en ella en donde se concentra el desarrollo de la capacidad empática? La empatía en el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje es vital para poder aprender tanto por mecanismo de imitación como por toma de perspectiva ( Dr. Nicolás Danzinger INSERM Francia).
Si favorecemos entonces el desarrollo de ambas estrategias podremos así propiciar mejores oportunidades de asimilación y retención, estos sencillos ejercicios que te sugiero son un punto de partida en el gran camino de la potencialización de nuestra capacidad cognitiva y cerebral.
¡No olvides incluirte en el proceso realizando también tú igualmente las actividades!
Cualquier punto que desees profundizar esta el espacio abierto para hacerlo.
¡Feliz semana!
María Natividad Fernández Morfín.
Maestra en Neuropsicoeducación







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