martes, 9 de octubre de 2012

No hay mejor opción que tú.

“Aquello que soy,  lo soy por mí y también por mis ancestros”.
Un campo listo, una semilla.
            Imagina que estás en ese tiempo en el cual aún no eras el que ahora eres, mira como eres solamente un soplo de lo que llegarás a ser… y te mueves y te trasladas, vas de un lugar a otro, suavemente, con la facilidad que te da el no cargar con el peso de un cuerpo físico. Eres solamente un soplo de aquello que llegarás a ser y puedes ir de la luz hacia las sombras, de lo alto hacia lo bajo, de lo distante a lo cercano…
Y puedes también ir mirando y miras los hermosos campos verdes… y miras también las flores… y la enormidad de los mares, en los cuales te sumerges y nadas entre peces multicolores.
Eres solo el soplo de lo que puedes llegar a ser.
            De repente miras y eliges tomar y experimentas una hermosa sintonía, una sincronicidad absoluta. Tú has elegido y ahora te esperan de alguna manera, no importa mucho el como, lo verdaderamente importante ha ocurrido ya…
Y ahora has dejado de ser ese soplo y has iniciado un nuevo proceso, un nuevo momento en el continuo devenir de la existencia, un nuevo momento que indiscutiblemente te llevará por toda una aventura…
            Ahora puedes sentir y es cálido, ahora puedes escuchar y es tranquilizador, nada más importa, no hay un mejor lugar para ti, no hay un lugar más seguro que éste…
            Ahora algo ha ocurrido y puedes mirar… es la luz, ahora estás aquí y no hay mejores circunstancias para ti que éstas, no hay mejor lugar que este, no hay mejores personas que ellos, no hay mejor opción que tú.