martes, 27 de diciembre de 2011

El fin de un ciclo, el incio de otro...

Se acerca el fin año, de este 2011, que seguro tantas y tantas sorpresas nos trajo… seguro algunas de ellas muy gratas, otras quizás no tanto… eso sí, indiscutiblemente todas ellas dejándonos un aprendizaje del tamaño en que deseemos tomarlo, aún la situación que parece más irrelevante en nuestra existencia está llena de sabiduría, que si somos capaces de identificar y hacer nuestra la tendremos a nuestro servicio, como un recurso más del cual podremos echar mano cada vez que así lo elijamos.

Los seres humanos somos seres profundamente simbólicos, nos relacionamos a través de símbolos verbales, corporales, gráficos, etc. Siendo que nos integramos al mundo de esta manera, y que también de esta misma manera lo hacemos nuestro, tendemos a establecer significados a las situaciones, a las personas, a los momentos, a una pequeña piedrita, a un trozo de madera, a un pedazo de papel… casi a cada cosa con la que interactuamos, por un lado es el objeto concreto, y por otra, “es algo más”, es lo que es, más lo que representa.

Cuando llega el fin de un ciclo que inicia el día primero de enero de cada año y que concluye justamente el 31 de diciembre siguiente, inevitablemente, hemos de establecer un significado a esta conclusión, es un momento en el que solemos evaluar lo ocurrido a lo largo de este ciclo, suele ser también un momento en el que se establecen nuevos proyectos, algunos de ellos sujetos a la temporalidad, otros más, sujetos a situaciones previsibles y otros más incluso, sujetos a situaciones casi fortuitas… algunos hablan de que es un momento para “cerrar experiencias”, para concluir etapas e iniciar nuevas.

Yo pienso que una buena manera de llevar a cabo este proceso de “cerrar” es más que diciendo adiós a lo vivido, es integrándolo a lo que soy, diciendo un sí completo, un sí desde lo más profundo de mi corazón a TODO aquello que he vivido en este ciclo, a lo bueno y a lo no tan bueno, a lo grato y a lo no tan grato, todo eso que se ha sumado a mi experiencia de vida me ha dado una nueva configuración, evidentemente ya no soy el que antes fui, ya no siento como antes sentía, ya no pienso como antes pensaba, soy completamente otro, aún cuando conservo una parte de mí intacta, soy el mismo pero no soy igual.

La vida tiene caminos definitivamente misteriosos, sin embargo aún cuando a veces pudiera pensar lo contrario, NUNCA se equivoca, sabe exactamente como llevarnos a esos lugares en los que debemos estar para aprender, sabe exactamente que situaciones propiciar para que logremos ese aprendizaje que necesitamos lograr y no otro… es entonces para mí, momento de conciliar u reconciliar, especialmente conmigo mismo y con la vida, no se consigue la verdadera sabiduría sin pasar por la experiencia y hacerla REALMENTE TUYA.
Mario Alberto Núñez Molleda
Psicoterapeuta



No hay comentarios:

Publicar un comentario