lunes, 19 de septiembre de 2011

Jugueteando con el Viento

¡Bienvenidos a esta experiencia de navegación!
Levemos el ancla y lancémonos a la mar.
Desplegaremos las velas de forma lúdica, jugueteando con el viento y escuchando las cosas que con frecuencia nos dice, pues mucho de él podremos aprender. Iremos de estribor a babor aplicando los conceptos de la neuropsicoeducación, mientras la brisa del mar nos transporta a lugares que sólo nuestra imaginación podrá ubicar.

Entraremos en la cabina del capitán en donde podremos, desde una perspectiva más clara, trazar y cotejar nuestras cartas de navegación, permitiendo siempre que nuestro corazón sea la fuerza que le de guía al timón. Fijaremos nuestro curso de manera colectiva, nunca viajaremos solos, siempre habrá alguien más, cerca o lejos, que hará de nuestro viaje “una experiencia única”.
Estaremos en la proa, siempre con la frente en alto, viendo cómo nuestro navío va cortando las aguas del mar, con la intensidad o suavidad que nosotros hayamos decidido.
Y cuando estemos en nuestro camarote, podremos recostarnos con la alegría y el júbilo de esperar que en nuestros sueños, mientras dormimos, algo espectacular suceda. Con el reposo de nuestro cuerpo, de nuestra mente y de nuestra alma seguramente a la mañana siguiente tendremos más recursos para hacer que nuestra navegación, y los que en nuestro navío viajan, puedan por sí mismos prepararse para dirigir, cada uno en su contexto personal, sus propias embarcaciones.
No perdamos el curso, la rosa de los vientos siempre nos guiará… ¡Esa auténtica rosa de los vientos que surgirá en cada uno de nosotros!

Maestra Natividad Ferrnández Mofín

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