lunes, 19 de septiembre de 2011

Conectados por la vida en este espacio

Me da mucho gusto poder abrir este espacio de interacción, en donde podremos compartir algunas experiencias y reflexiones en torno a aspectos fundamentales del desarrollo humano desde la perspectiva de “Mis cartas de Navegación”.
Lo primero que deseo compartirles se refiere precisamente a la posibilidad de estar ahora aquí, a través de este medio y espontáneamente me surgen algunas preguntas ¿Será casual que yo esté aquí escribiendo acerca de este tema  en este espacio? ¿Será casual que tú lo estés leyendo ahora? ¿Qué será lo que te mueve a ti y que será lo que me mueve a mí?...

Lo que me viene casi de inmediato es, recordando reflexiones hechas por otros antes que yo, que la mano que te mueve a ti, es la misma que me mueve a mí. Tú y yo estamos de alguna manera conectados por la vida en este espacio y en este tiempo en particular. De igual manera, estamos conectados tú y yo con otros más y ellos con otros más y así hasta el infinito, de manera que incluso, hasta podríamos pensar que es posible entonces que estemos todos unidos a través de hilos invisibles, que van mucho más allá de lo que usualmente solemos considerar. Todos teniendo que ver con todos…

Y si esto fuera verdad… ¿Qué efecto tendría entonces aquello que yo decidiera hacer en mi entorno de relaciones? ¿A cuántas personas verdaderamente llegaría a “afectar”? Y si siguiéramos pensando que esto es algo posible… ¿Qué pasaría si yo, concientemente, eligiera asumir una postura en donde pudiera ver a cada persona de mi entorno cercano como verdaderamente digna de ser amada?...

Podría partir, por principio de cuentas, por aquellos que me son verdaderamente cercanos como papá y mamá, mis hermanos, mis abuelos… Podría considerar que independientemente de lo que hacen,  han hecho o que hicieron en algún tiempo, sólo por ser personas, son VERDADERAMENTE dignos de ser amados. Y que tal si además, me propusiera MUY CONCIENTEMENTE tratarlos en función de eso, no solamente pensarlo… llevarlo a la práctica, disponiéndome a dar desde una sonrisa hasta el agradecimiento.
Y ¿Qué tal que pudieras ir más allá y que incluyeras además de a esos “muy cercanos” a otros más? ¿Cómo sería entonces el entorno? ¿Cuál sería entonces el efecto de lo que haces? ¿Hasta donde crees que llegaría?

Quizás estamos iniciando algo así o quizás estamos sólo reflexionando, pero aún así ¿Qué pasaría si esto fuera posible, si esto fuera real?
Mario Alberto Núñez Molleda
Psicoterapeuta

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