jueves, 19 de abril de 2012

Algo más grande sostiene...

Algunas veces suceden cosas que parecen ser totalmente absurdas, muy difíciles de entender o incluso  inexplicables: Alguien que se esfuerza mucho y que a pesar de eso no logra conseguir el éxito o la prosperidad, alguien más que parece ser una gran persona sufre un terrible accidente que lo imposibilita significativamente para hacer lo que solía hacer, un niño pequeño que pierde la vida en un inexplicable accidente…

Los recursos habituales de la inteligencia como la lógica, el análisis, la síntesis o la razón misma, “no dan” para poder desenmarañar estas misteriosas situaciones, no hay manera de encontrar razones que puedan explicar como es que éstas ocurren, al igual que muchas otras más.  ¿Qué queda entonces? ¿La desesperanza? ¿La ira? ¿La desilusión? Realmente me parece que no es nada difícil que este tipo de sentimientos o actitudes semejantes vayan llegando y llenando de a poco, tanto el corazón como la mente... Aparentemente, ¿qué otro camino puede quedar ante eso?...

Sin embargo, yo creo que hay aún algunas opciones, alguna al menos. ¿Cómo sería si de repente yo tuviera la certeza absoluta de que todo eso que miro y que no parece tener cabida en mi sentido de la lógica o de lo adecuado, responde a una fuerza mucho más grande que mi pensamiento, que lo sostiene todo? ¿Cómo sería saber que hay un plan mayor y que ese plan es definitivamente infalible para acompañarnos a llegar a ese lugar perfecto a donde hemos de llegar en lo más profundo de nuestro ser? Y ¿Cómo sería saber que es definitivamente así para todos y cada uno de nosotros y para todas y cada una de las situaciones?

Quizás, si contáramos con esa certeza, entonces podríamos también quizás suponer que en realidad “Todo está bien, que no hay nada de que preocuparnos, que la vida tiene realmente una dirección y que esa dirección es certera de verdad”.

Ahora bien ¿Cómo poder acercarme a esa perspectiva? Probablemente en realidad no sea tan difícil como aparentemente parece… Tal vez si pudieras abrir tus ojos un poco más de lo habitual y pudieras reconocer lo que este día tiene para ti, reconocerlo de verdad incluyendo en tu percepción la maravilla de la vida que corre bajo tu pies, que transcurre frente a tu mirada, si pudieras entender que una semilla solamente muere de verdad cuando se mantiene siendo una semilla indefinidamente, si pudieras entender que la más hermosa de las flores únicamente ha podido llegar a serlo gracias a muchas otras que estuvieron antes y que después pasaron a formar parte del lugar donde ahora la nueva existe… quizás entonces podría empezar a ser posible que pudieras vislumbrar que definitivamente hay algo mucho más grande, que TODO lo sostiene y que a TODO le da un lugar, un momento y un acomodo en particular, aún a aquello que definitivamente se encuentra completamente fuera del alcance de mi limitada lógica, de mi limitado pensamiento.
Mario Alberto Núñez Molleda - Psicoterapeuta


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