domingo, 4 de marzo de 2012

Antes de que tú llegaras el mundo era diferente.

Ahora hablaré de algo muy básico, casi casi elemental diría yo, tiene que ver con nuestro propio origen y con algunas de las fantasías que solemos tener al respecto… situación que considero que algunas veces nosotros mismos como profesionistas solemos fomentar, planteamos “la enorme importancia de la manera en que fuimos concebidos”, incluso, acuñamos el término “hijo deseado”, como si realmente fuera algo que estuviera del todo en las manos de nuestros padres, como si no hubiera algo mucho más grande detrás de eso que posibilita que eso ocurra y bueno, yo me pregunto ¿Será REALMENTE tan importante? Yo tengo mis dudas al respecto, pienso que es mucho más grande la vida misma que la voluntad de mis padres.

Y desde luego que NO todas las personas que ahora estamos vivos fuimos esperados tal como llegamos, a veces llegamos sin que nuestros papás lo supieran desde el primer momento, a veces llegamos cuando las cosas en casa no estaban de la mejor manera, es mas, muchos llegamos en el momento menos esperado, para algunos otros fue diferente… eso insisto, en realidad no es lo mas importante, lo verdaderamente importante es que, sin importar como hayas llegado a aquí, una vez que llegaste, el mundo fue diferente y la vida cambió, ¡Sí! ¡Literalmente la vida cambio! ¡Nunca nada volvió a ser igual! Es curioso como solemos mirar con un poco de arrogancia lo relativamente intrascendente y como dejamos de mirar lo que es REAL y es REAL  que la vida cambio en el momento en el que tú o yo o tu vecino llegaron al mundo, obviamente no quiero decir con esto que el impacto de esto cimbró a la humanidad, sin embargo, claro que la hizo diferente en mayor o en menor medida…

Ver la ti existencia de esta manera es como poder traer la siguiente imagen: hay un hermoso prado donde viven plantas diversas, de todo hay en ese prado, puedes ver hermosas plantas de verde follaje, puedes también ver otras igualmente hermosas que quizás se coronan con alguna pequeña florecita, todo lleno de vida, vida que está o vida que viene… es muy bonito, pero… ¿qué crees? En una de esas plantas, sin preguntarlo ni pedir permiso nace una pequeña flor roja o amarilla o azul o rosa, única en su textura, única en su color, única en su forma… seguro que verás que algo ha cambiado y que el prado ya no es igual, quizás haya que poner más o menos atención para percatarte del cambio, seguramente con un poco de mirar, esto se hará evidente… algo cambia… y por si esto fuera poco, esa flor hace cosas increíbles, por ejemplo, hace que llegue una hermosa mariposa de lindos colores, hace que se acerquen trabajadoras abejas y abejorros pero… lo mas increíble… ¿sabes que de las flores nacen los frutos? ¿Y que de los frutos nacen las semillas que luego harán nuevas plantitas? Pues sí, algo así eres tú ¿verdad que el prado no vuelve a ser igual cuando nació una nueva flor, o un nuevo fruto, o una nueva plantita?

De manera que una vez que llegaste, la cadena continúa y la seguirán seguramente múltiples eslabones de todo tipo y quizás, algún día, tu mismo sembrarás nuevas plantas que den lugar a nuevas flores y esas a unas más y así hasta que llegue el final.

Mario Alberto Núñez Molleda
Psicoterapeuta


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