Se cuenta de un pez que vivía cerca de un arrecife. Ese pez era muy especial y sobre él se contaban varías historias…
Algunos decían que era un pez mágico, otros decían que estaba loco, unos más comentaban sobre aquel que un día de diciembre quedó hechizado…
Cada año en noche buena esperaba ansioso en la parte más alta del arrecife, mirando al cielo, anhelando que nuevamente volvieran a llover estrellas redondas y planas, así las describía él: estrellas redondas y planas que cantaban y al entrar al mar pintaban de colores más brillantes a los peces.
Los peces más pequeños aguardaban cerca de él, algunas veces sin permiso de sus padres, para constatar aquello sobre las estrellas, que para poder entrar al mar, se volvían redondas y planas y que además eran las que los teñían de tan vivos colores.
Dos navidades pasaron y nada ocurrió, aún así el pez, aguardaba con paciencia todo el año, realizaba sus actividades hasta que nuevamente se acercaba la fecha, entonces no podía ocultar su emoción y subía hasta la parte más alta del arrecife.
La noche buena llegó nuevamente en aquel océano, esa era una noche especial, la incertidumbre había crecido entre el banco de peces, y estaban a punto de desterrar al pez por creerlo más que un loco soñador, como él se nombraba a sí mismo, un loco desquiciado, enfermo de la mente y una mala influencia para los demás peces pequeños quienes de alguna manera se contagiaban de su emoción, de su entusiasmo, de su esperanza…
Él no dejaba de mirar al cielo, sus ojos estaban más abiertos de lo normal, de repente con un movimiento de sus aletas alertó a las sirenas cuando una enorme lluvia de luz, cubrió el cielo sobre aquel arrecife.
Desde ese día me quedó claro que los botones de Papá Noel o Santa Claus son mágicos…ahora entiendo porqué los peces son de tan variados y hermosos colores…
Ahora comprendo el por qué de la arena dorada.
Ahora sé lo que significa un botón y entiendo por qué botón es sinónimo de yema floral.
Ahora entiendo por qué para activar algo casi siempre hay que oprimir un botón.
Ahora que entiendo la magia de aquello que sostiene, entiendo también que soy maestro.
Te invito a que busques “con ojos de pez” ese botón que necesitas oprimir o dejar entrar en tu mar para teñirte de brillantes colores.
¡Feliz año nuevo!
Mtra. Nse. María Natividad Fernández Morfín.
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